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Contaminación del sistema

Algunos de los contaminantes más comunes encontrados en los sistemas de refrigeración son: humedad, óxido y suciedad, entre otros.

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La oxidación, corrosión, descomposición del refrigerante, o deterioro general, son algunos de los posibles efectos de tener la presencia de agua en forma de humedad en un sistema frigorífico.

Una forma de detectar la presencia de humedad en un sistema es a través del análisis del aceite lubricante del compresor. Los resultados en la cantidad de humedad en el aceite no deben ser mayores a 50 ppm.

La contaminación por humedad es causada por el aire introducido al sistema durante la instalación de tuberías de cualquier línea de refrigerante. Otra manera en que se presenta esta situación es por el uso de aceites refrigerantes manipulados inadecuadamente y usados como sustituto del aceite del compresor.

Además de la humedad, la suciedad y otras malas prácticas al momento de realizar la instalación son generalmente causantes de serios problemas cuando el sistema de refrigeración se pone en funcionamiento.

Materiales extraños como suciedad, fundente de soldadura, o productos químicos en combinación con el aire producen desequilibrios que provocan la ruptura de las moléculas de aceite. Estos factores aliados con el calor producido por las altas temperaturas de descarga del sistema, y temperaturas de fricción, pueden resultar en la formación de ácidos, lodo o una combinación de ambos.

La formación de óxido se produce cuando el calor es aplicado en la presencia de aire. Los óxidos pueden aparecer de diversas formas:

  • Férrico = Rojo
  • Ferroso = Negro
  • Cuproso = Rojo
  • Cúprico = Negro

La aparición de estas sustancias se puede evitar expulsando el aire que está dentro del tubo con un gas inerte antes de aplicar el calor. En caso de observar vestigios de óxidos en el sistema frigorífico, éstos pueden ser retirados instalando un filtro de limpieza en la línea de succión para retener el material antes de que entre al compresor.

El ácido se forma en presencia de humedad, oxígeno, sales minerales, óxidos de metal, y/o altas temperaturas de descarga. Las reacciones químicas, como por ejemplo la que tiene lugar entre los ácidos y el aceite, se aceleran en presencia de altas temperaturas.

El compresor es el corazón de su instalación, es muy importante su buen mantenimiento y seguimiento del buen estado de sus componentes y prestaciones.